lunes, 7 de abril de 2008

Destiempos

Son las ocho con ocho del seis de abril. Hace mucho calor en mi cuarto, de ahí que el ventilador esté prendido casi las veinticuatro horas del día. ¿Electricidad? Espero que consuma poca. No me he molestado en averiguar ese rollo aún. Hoy por fin terminé de leer, en el momento de la lectura, la tan extensa separata de doscientos veinte páginas obligadas para el control del miércoles. ¿Historia? Sí, la vida narrada del surgimiento y la época grata de Loreto. ¿El guano? También. De pronto, luego de pensar en eso, me siento más tranquilo. Estamos domingo, no tengo más lecturas. Pienso tal vez en buscar otros cursos que me puedan abastecer de obligaciones para las próximas horas. Mmmmm... No sé si sería una buena idea. A lo mejor no busco obligaciones por ahora. Pero, sin obligaciones, ¿podría hacer algo?

Continúo pensando hasta que me doy cuenta de que la chica con la que “estoy” conversando por msn no me ha contestado después de casi 20 minutos desde la última frase que escribí. Supongo que las experiencias que le conté acerca de mi madre no son tan eficientes como anzuelo para pescar una conversación interesante y más profunda. Pensaré en qué escribirle. Oh! Me contestó. Uhmm; dejé comment, me dice. No entendí muy bien la expresión. Trato de descubrir su intención con esas palabras. Adivina adivinador. Pues le diría que he estudiado para mago, no sé hasta qué punto uno podría servir de adivino. Pero, atiné precisamente con la respuesta. Un comment en el blog. ¿Un comment? ¿Dijo un comment? El primero y es para mí. Más allá, de que ella sea mi amiga y lo haya escrito porque somos bien cuates, pues es el primer comment y me lo hicieron a mí, no a dirole ni a vicio ni a miguel (el nuevo, que por cierto no saldrá en el logo…por llegar tarde), sino a mí. La emoción puede hacer que la intención inicial de este post tome otros rumbos. Sí, eso podría pasar. Aunque, no.

Suerte con el blog! que todo les salga chvre =D! Ese es el comentario que mi querida amiga me dedicó. Simple, pero alentador. Corto, pero cómico. Clásico en ella. La chica de comentarios que producen inspiración y de frases crudas sobre la realidad, mayormente se produce mucha crueldad cuando le echamos un vistazo a mi realidad. Ella se encuentra, tal vez, en el estado perfecto de las personas, donde ni se fantasea mucho ni se pisa de una forma tan arraigada sobre la tierra. Envidio su cordura y sus bromas. También envidio su sonrisa. Lalala. Mucha información. Eso pensaría. ¿El lunes almorzamos en Central, no? Ahora, vuelvo a darme cuenta de que han pasado varios minutos más y no me ha vuelto a contestar después del “gracias” que le había dejado en la ventanilla del Chat luego de tan inesperado comentario. Pues, supongo que no debo darle más al tema. Volvamos a mi cuarto, no está muy arreglado. Supongo que la escoba no ha querido regresar después de los exhaustos tres días seguidos de limpieza de diciembre del año pasado. ¿Por navidad? Pues, sí. Por qué más lo haría. Feliz Navidad ma’, no te preocupes no dejé entrar visita al cuarto, ya sé que es vergüenza familiar.

Vuelvo a pensar en la escoba, no tengo pensado rogarle que venga. Ni mucho menos ir a recogerla. ¿Orgulloso? Sí, no me va a ganar, esta vez mi cuarto tendrá el toque artístico que siempre quise que tenga. Supongo que el hecho de ser fanático de spiderman no debería manifestarlo con tantas arañas en el techo; pero, es mi orgullo hacia la escoba tan fuerte lo que me deja sin opción. Total, sólo me son necesarios los siguientes miembros del cuarto e hice la lista para que la escoba, aún caprichosa y mediocre sin intención de ir por la hazaña en mi cuarto por segunda vez, se entere de que no está en ella: el ventilador, debido al intenso calor ya expresado al principio del post; la cama, suele soportarme en las noches y evitar que coja un mal sueño, y me es eficiente aunque tenga muchos huecos y ya sea algo viejita (la extrañaré si algún llega a convertirse en aserrín); la tv, dónde más podría ver los partidos del cienciano sin que nadie de mi casa me joda por ser hincha de ese equipo, luego de haber gritado “Y dale U” cuando mocoso con mis tíos en el monumental frente a Oriente Petrolero por la Libertadores (todos en casa son gallinas y no toleran burros); y, por último y no por eso el peor miembro de mi pequeña familia de mi cuadrangular mundo conocido como cuarto, la computadora, es más, debe ser el miembro más importante, es mi conexión con el mundo sensible y mi único medio de superación vital, sin ella tal vez no existiría. ¿Qué estaría siendo de mí, si no hubiesen inventado la computadora? Es tanto el extremo de mi favoritismo hacia ella que cuando interactuamos, lo hacemos como un solo ser sincronizado. Una especie de bipartición maligna dispuesta a hacer maldades que en la realidad objetiva y no-virtual no me atrevería (yo) ni podría (ella) lograr.

Finalizando este segundo post en mi cuenta personal y décimo o decimoprimero de la cuenta general del blog, me gustaría dejarles con una imagen, la cual prometí en el primer post que realicé. Esta es un dibujo, espero lo entiendan.

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