viernes, 18 de abril de 2008

Ese "no-sé-qué" - Parte II


No hay mejor manera de hacer a un lado la atracción física y concentrarse en la mental que conocer a alguien por teléfono o por Internet, y se los digo con un poco de experiencia como respaldo. Es cierto que a los hombres se nos atrae por medio de un bello cuerpo, pero siempre existen excepciones a las generalidades, y me siento orgulloso de ser una, pues poco a poco he ido encontrando la valía de una persona no en su aspecto sino en su forma de ser.

Aún suelo hacer juicios acerca de personas que no conozco basándome en la forma como se ven, y aún me equivoco en cada uno de ellos (ya no tanto), lo que prueba que lo de afuera no define lo de adentro. Después de conocer a alguien, después de tratarla y entenderla, lo físico es apenas un accesorio de lo que es la persona; físicamente podrán hacernos compañía y estar ahí en los momentos divertidos y no tan divertidos, pero no es el cuerpo el que nos hace querer estar junto a la persona, no es el cuerpo del cual nos encariñamos y a quien aprendemos a querer (al menos hablo desde mi perspectiva).

Lo estupendo de las personas es que son únicas, no solo se ven diferentes sino que también actúan diferente, y eso le da una variedad increíble al mundo en el que vivimos (a veces encontraremos a alguien que nos desagrade, pero es cuestión de aceptarlo tal y como es o, en el mejor de los casos, entenderlo; todavía me cuesta poner esto en acción). No podría decir que prefiero a ciertos tipos de personas, pues disfruto de todos (para ser honesto, probablemente no en igual medida, pero eso no es importante), y creo que cuando hablamos de belleza mental nos es más difícil hallarla en la práctica, pero justamente por eso debemos seguir buscando y conociendo más y más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bien dicho mi estimado, es difícil pero es lo más adecuado. Conozco bastante gente chévere solo por MSN, pero no me atrevo a conocerl@s en persona.